¿Y tú? ¿Qué querías ser cuando fueses mayor?
¿Y tú? ¿Qué querías ser cuando fueses mayor?
Yo quería ser bailarina, azafata de viajes y llegar a Disney World, subirme a un escenario y recitar los versos más bonitos, explorar mundo, encontrar tesoros. Quise ser muchas cosas diferentes, eso pensaba, eso me decían, y luego descubrí que todas eran la misma en lo esencial, en todas había belleza, había arte, había amor por la vida, había vida.
Luego mis sueños se vinieron al traste cuando pacté con el diablo «sociedad» la muerte de mi alma, y los recuperé cuando morí y renací de nuevo con mis sueños frescos y sin maltratar. (*Pincha aquí para leer mi historia completa➡ Destino Libertad)
Y me quedé en viajera. Viajera por el mundo. Viajera aventurera. Viajera hacia dentro y viajera hacia fuera. Exploradora de otras realidades, de otras vidas. Descubridora del Dorado, de mi Dorado en forma de sueño cumplido.
Y viajaré, viajaré para recuperar el trocito de alma que se me perdió entre prisas y rutinas.
Y me iré, porque tengo hambre, hambre de mundo, hambre de nuevos horizontes, sed de experiencias, de explorar, de conocer, de descubrir, de VIVIR.
Viajaré porque soy ciudadana del mundo, y al mundo volveré.
Y regresaré, o quizás no.
Y prometo que habrá poesía, habrá belleza, habrá arte en cada uno de mis días.
Viajaré para convertirme en apátrida y natural de todas partes.
Viajaré para volver a las raíces, para anclarme a la Pachamama, para despertarme cada día en una nueva realidad, en un nuevo “mundo”.
Viajaré porque tengo hambre: hambre de mundo, hambre de nuevos horizontes, hambre de explorar, conocer, descubrir.
Viajaré para empaparme de nuevas historias.
Y viajaré para contarlo.
Y viajaré porque quiero vivir. Y viviré porque quiero viajar.
Viajaré para recuperar el derecho a disfrutar del sol cada día, para que nadie vuelva a robarme su luz.
Viajaré para cambiar la luz (de los fluorecentes) por la luz del sol. Las paredes por árboles. El techo por millones de estrellas.
Viajaré para recuperar el trocito de alma que se negaba a vivir sin ver el cielo cada mañana.
¿Y tú? ¿Qué querías ser cuando fueses mayor?
Estás vivo.
Nunca es tarde.
El primer paso es recordarlo.
Plantéate el por qué, y el por qué no.
Busca tu diablo.
Véncelo.
Se puede.
Sí, se puede.
La vida es buena con los valientes, con los que deciden, con los que se implican, con los que arriesgan, con los que toman las riendas de su vida, con los que vencen sus miedos y demonios, con los que aman la vida y se aman lo suficiente para no darse nunca por vencidos.
Cree. Busca. Explora. Descubre. Haz. Porque El mundo está lleno de soñadores como tú, de soñadores como yo, soñadores que nunca se rindieron a pesar de tenerlo todo en contra. Apostaron y ganaron. Porque los soñadores siempre ganan. Porque los soñadores siempre consiguen.
Inspírate. Inspírate en la gente que lo ha logrado, con hipotecas, con hijos, con enfermedades, con el “mundo” en contra, sin ningún apoyo, y lo lograron. ¿Por qué tú no? Si estás leyendo esto, si has dado con mi página es porque ya has dado el primer paso, y ese es el inicio de cualquier gran cambio / sueño / aventura / vida.
Decídete. Comprométete con tu sueño. Defiéndelo. Piensa en positivo. Entusiásmate. Y sobre todo no te rindas. Nadie dijo que fuese fácil, nada que merezca la pena lo es. Y si no acuérdate de tus grandes logros, en los estudios, en el deporte, en tu vida. Se trata de batir tu propia marca, al igual que lo has hecho tantas veces.
Cambia. No tengas miedo al cambio, somos cambio, es naturaleza y es ley de vida, al igual que las estaciones, las personas, la vida. Nada permanece estático, nada a tu alrededor, ni en tu ciudad, ni en el mundo, las estaciones cambian, las personas cambian, tu pelo cambia, tu cuerpo cambia, el mundo está en continuo movimiento y (nosotros debemos fluir, renovarse o morir ) sería de necios pretender mantenerse en la inmovilidad de una vida lineal.
Uno de los principales arrepentimientos de los moribundos es este:
“Ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera”.
Según relata una enfermera australiana en su libro. Los moribundos se arrepienten de no haber tenido el coraje suficiente para vivir a su manera, pero nunca se arrepienten de haberlo intentado, con independencia del resultado.
Es bueno fracasar, las mejores lecciones se aprenden así. No tengas miedo al fracaso, todos los que perseguimos sueños hemos fracasado unas cuantas veces ¿Y qué? Lo importante es que no abandones, que sigas, que persistas, que insistas, la vida premia a los que no se rinden, a los que perseveran, a los que no se permiten abandonar. A la vida le gustan los valientes, y los mejores sueños se consiguen después de los más grandes fracasos.
HAZLO. Yo puedo y quiero. Tú puedes, si quieres… 😉
¿Y tú? ¿Qué querías ser cuando fueses mayor?..
El mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años, el segundo mejor momento es ahora (Proverbio chino)
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